Clavada en el desierto y a orillas del Océano Pacífico, Tijuana se acuesta sobre el llamado«Muro de Berlín Latinoamericano», un bochornoso cerco que recorre cientos de kilómetros separando a Latinoamérica del norte desarrollado.Mejicanos empobrecidos y deslumbrados por los niveles de bienestar del vecino del norte, se lanzan por miles a atravesar a cualquier precio la maldita línea. Del otro lado de la Frontera, San Diego globalizada y pujante muestra sus luces en el horizonte como invitando a saltar la valla.